Crisólogo Cáceres, presidente de Aspec, sostuvo que el tema de la publicidad es sustancial y no es verdad que con esta norma esté en juego la libre empresa o la libertad de expresión.

Señaló que, según un estudio del Consejo Consultivo de Radio y Televisión (Concortv), se transmiten a diario nada menos que 335 avisos publicitarios sobre comida no saludable en los medios de comunicación audiovisual de Perú.

“El Código de Protección y Defensa del Consumidor establece que el Estado debe velar por el bienestar de los consumidores y esta es una norma destinada a ello, especialmente a los más jóvenes. Entonces, es obligación del Estado regular este tema”, afirmó en diálogo con la Agencia Andina.

Recordó que productos que generan daño a la salud, como el tabaco o el alcohol, tienen una regulación especial en materia de publicidad y ni las empresas que producen estos productos ni los anunciantes de los mismos han dejado de operar o han desaparecido del mercado.

“Si ya ha quedado demostrado que la comida industrializada hace daño, entonces tiene que haber una regulación especial”, enfatizó.

Cáceres aclaró que la ley está dirigida sólo a la comida procesada o de producción industrial, como las bebidas gaseosas, los bocaditos o snacks, las papas fritas, las galletas con crema, entre otros.

“Aquí se quiere confundir deliberadamente a la población. Exhorto a los empresarios a que dejen de confundir a la población, porque emiten un discurso en el que sostienen que con esta norma se va a prohibir el pollo a la brasa, el pan con chicharrón, el suspiro a la limeña porque tienen demasiada grasa o azúcar, lo cual no guarda relación con lo que señala la norma. Nadie se está metiendo con la gastronomía”, precisó.

El presidente de Aspec sostuvo que una ley sobre alimentación saludable que no toque el tema de la publicidad es una norma que nace muerta y no sirve. “En cualquier ley sobre este tema tiene necesariamente que referirse a la publicidad”, dijo.

Explicó que en la norma aprobada por el Congreso se eliminó el aspecto de la restricción horaria, que planteaba el proyecto original y que establecía una prohibición para publicitar comida chatarra en el horario de protección al menor (de 06:00 a 22:00 horas).

“En el texto aprobado por el Congreso se ha hecho caso a los empresarios y se eliminó el tema del horario, que era lo que más les molestaba. Se accede a este pedido eliminándose la restricción horaria y ahora quieren que se elimine toda mención relacionada con la publicidad. Eso es un abuso y el Estado no puede acceder a eso”, manifestó.

Cáceres consideró que las empresas no pueden imponer las políticas de Estado. “Las empresas tienen como objetivo el lucro. El Estado, en cambio, tiene como fin supremo el bienestar de los ciudadanos. No se puede privilegiar al lucro de las empresas sobre la salud de 30 millones de consumidores peruanos, especialmente de los niños”, puntualizó.

Salud en riesgo

El titular de Aspec sostuvo que el Estado tiene que tomar medidas con carácter de urgencia en materia de alimentación saludable, porque la obesidad y el sobrepeso en las escuelas han aumentado y hay actualmente un 25 por ciento de niños con sobrepeso y obesidad en Perú.

“Las enfermedades crónicas que se pretenden evitar como obesidad, hígado graso, enfermedades coronarias, diabetes, hipertensión e insuficiencia renal son muy dolorosas y costosas. Entonces, es necesario prevenir y lo mejor es no esperar a que la gente se enferme para recién actuar”, anotó.

Promulgación

Cáceres invocó al Ejecutivo que promulgue la ley tal como fue aprobada en el Congreso y que se elabore y emita el reglamento que permita su vigencia lo antes posible.

“Sabemos que el presidente Ollanta Humala es un convencido de la alimentación saludable y le pedimos que promulgue la norma tal como ha sido aprobada en el pleno del Congreso”, expresó.

Cáceres juzgó que el reglamento de la norma debe precisar aspectos como los criterios para los menús de los estudiantes y lo que se vende en los quioscos escolares.

Del mismo modo, debe desarrollar lo referido al Observatorio Nacional de Obesidad, parámetros sobre alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, sodio y grasas saturadas con arreglo a los estándares fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), finalizó.