Y es que entre estos dos broadcasters vibra un interés común y superior: hacer televisión con valores y para la familia. Pero existe otra coincidencia entre estos dos fundadores de tantos productos televisivos: hacer una buena televisión para los hispanoamericanos. En este campo ya ha venido destacando el toque de Carlos Barba a lo rey Midas, especialmente desde el año 1971, cuando compró Canal 47 (WNJU) en 5 millones de dólares y al cabo de 15 años este medio era vendido en 80 millones de dólares. Similar efecto se dio en 1982, cuando Univisión, que valía 550 millones de dólares, pasó a valer 12.7 billones de dólares en el 2006.

Esta experiencia hizo que Telemundo con Carlos Barba pasara catapultada de un valor de 350 millones de dólares, en 1987, a la suma de 2.9 billones de dólares al cabo de 13 años; o que Canal 4 (WAPA en San Juan de Puerto Rico) pasara de 15 millones de dólares a 82 millones de dólares en menos de dos años, mientras que el valor del Canal 22 (WBLT en Miami) ascendiera de 5 millones de dólares a 37 millones de dólares en similar período de 24 meses.

Pero lo más curioso de estos dos caminos que se encuentran resulta del hecho que RBC Televisión sale adelante, y como nuevo, después de una larga persecución política y judicial, desbaratada en todos sus extremos por la entereza de Ricardo Belmont, mientras que BuenaVisión sale también como nueva pues recientemente ha lanzado su cadena televisiva en español desde Nueva York, ofreciendo una gran variedad de contenidos, tanto de sus canales asociados en el Caribe y América Latina, como también de programas que serán producidos y distribuidos en Estados Unidos. De modo que la comunidad hispana en NY, en particular la peruana, debe estar contenta con la noticia. Finalmente, cabe señalar que BuenaVisión llega a 17.5 millones de hogares y con RBC otra será la imagen del Perú ante tan importante teleaudiencia. ¡Enhorabuena!