Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial (izq) y Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.
Según un informe del Banco Mundial, en apenas 6 años los habitantes de América Latina con poder adquisitivo de clase media, aumentaron de 103 a 152 millones. El crecimiento fue liderado por Argentina, en donde el número de habitantes comprendidos dentro de la clase media aumentó entre 2003 y 2009, de 9,3 millones a 18,6 millones.
El trabajo, presentado por el presidente del BM, Jim Yong Kim, y el economista jefe para América Latina, Augusto de la Torre, sostiene que en Argentina el número de habitantes comprendidos dentro de la clase media aumentó entre 2003 y 2009, de 9,3 millones a 18,6 millones.
Ese aumento de más de 9,3 millones representa un 25 por ciento de la población total de Argentina, el mayor porcentaje de crecimiento de la clase media en toda la región durante la última década. En segundo lugar, dentro de la mejora porcentual, se ubicó Brasil, con el 22 por ciento. Le siguen Uruguay, con el 20 por ciento y Colombia, con el 16 por ciento.
Más allá de mostrar el extraordinario logro que significa sacar a 50 millones de la pobreza, el reporte “Economic Mobility and the Rise of the Latin American Middle Class’’, del Banco Mundial, señala con claridad una de las razones fundamentales del interés inversor global por los países de la región: 50 millones más de consumidores.
El informe define como perteneciente a la clase media a las personas con ingresos de entre US$ 10 y US$ 50 por día. Este nivel de ingresos ofrece una mayor resistencia a los eventos inesperados y refleja una menor probabilidad de volver a caer en la pobreza.
El informe encontró que algunos de los factores clave que favorecen la movilidad ascendente en América Latina fueron mayores niveles de educación entre los trabajadores, mayor empleo en el sector formal. También más personas que viven en zonas urbanas, más mujeres en la fuerza laboral, y familias más pequeñas.
“Esto representa un cambio estructural histórico”, afirmó el economista Jim Yong Kim, titular de la institución multilateral, quien reconoció que este resultado se debe “las políticas implementadas por sus gobiernos”.
“La experiencia reciente en América Latina y el Caribe le muestra al mundo que se puede brindar prosperidad a millones de personas a través de políticas que encuentran un equilibrio entre el crecimiento económico y la ampliación de oportunidades para los más vulnerables”, agregó el flamante presidente del Banco Mundial.
Durante décadas, la reducción de la pobreza y el crecimiento de la clase media en América Latina y el Caribe (ALC) avanzaba a un ritmo muy lento, a medida que el bajo crecimiento y la persistente desigualdad frenaban el progreso.
En los últimos diez años, sin embargo, la situación de la región mejoró significativamente gracias a cambios de política pública que enfatizaron la prestación de programas sociales junto a la estabilidad económica y acciones de desarrollo independiente.