CORTESIA : El Rotativo - Rafael Pacheco Cerrato

Moquegua (Agosto de 2014).- Para desilusión de sus seguidores y probable “aprovechamiento” proselitista de sus contendores, el candidato municipal Luis Dante Zubia Cortez figura entre aquellos políticos más cuestionados que desfilaron por la codiciada alcaldía provincial de Mariscal Nieto, durante los últimos 16 años.

Aparte de los ladrillos de la obra municipal Malecón Ribereño utilizados en 1999 para la construcción del segundo piso de la casa del alcalde en FONAVI I Etapa C-2, costándole una condena de tres años de pena confirmada por la Corte Suprema por el delito de peculado, la ex-autoridad (también condenada por doble cobro en CTAR) fue protagonista principal de hechos escandalosos como el supuesto asalto con sangre y posterior muerte de una persona, el creciente caos institucional con trabajadores impagos, la existencia de envarados que iban ganando permanencia (estabilidad) en el municipio, la huelga de hambre (acatada por mujeres) que estuvo a punto de dejarlo sin sillón municipal, entre otros que perduran (imborrables) en la memoria del pueblo noble y sabio.

EL GRAN “ASALTO”

El 12 de noviembre de 1999, aproximadamente a las 10 de la noche, el alcalde (presumiblemente medio ebrio) transitaba por las cercanías de la Zona Roja conduciendo la camioneta municipal PJ 2516, sin presagiar que dos desconocidos lo golpearían, asaltarían y se apoderarían de la unidad móvil.

Al ingresar a la carretera hacia Toquepala el vehículo (manejado a gran velocidad por uno de los sujetos) zigzagueó, circunstancia en que el individuo del asiento posterior abre la puerta y se lanza. El conductor se detiene y desciende para auxiliar a su compinche, mientras el tembloroso burgomaestre retoma el timón de la camioneta y retorna con dirección al Grifo Municipal, de donde se comunica con el relacionista Pedro Salazar y su seguridad personal. La policía se constituye al escenario de los hechos, donde encuentra a Fredy Q.L. con el rostro ensangrentado y un pañuelo a la altura del cuello, conduciéndolo al hospital.

La noticia se basa en el voluminoso Informe Nº 001, del 22 de octubre de 2001, emanado por la fiscal provincial de Mariscal Nieto, Abog. Luz Marlene Álvarez Melchor, dirigido a la fiscal de la nación Dra. Nelly Calderón Navarro, el cual guarda coherencia con la denuncia del fiscal Herber Gutiérrez Bellido.

El informe advierte que, en las manifestaciones del 13 de noviembre de 1999, 29 de noviembre de 1999 y 17 de enero de 2000, Dante había incurrido en serias contradicciones sobre la modalidad del asalto y las circunstancias como cayó del vehículo el sujeto que murió al tercer día.

Lo más sospechoso para la fiscal provincial de aquel entonces es que: a) el alcalde no pasó el dosaje etílico de ley, b) el alcalde no fue objeto de reconocimiento médico legal, c) desapareció el vehículo municipal, d) curiosamente nadie lo inmovilizó, e) al día siguiente de los hechos (14-11-99) la famosa camioneta apareció en un taller de mecánica de Tacna.

EL MUERTO.- A las 00.00 horas del 13 de noviembre de 1999, el médico le diagnostica policontuso moderado y otras lesiones al herido (que sangraba por los oídos), siendo luego conducido a Investigación Criminal. A las 9.00 horas, es llevado al Centro Referencial, sin ser atendido. A las 17.00 horas, el médico de la Sanidad Policial dispone su inmediata hospitalización, por presentar tec grave. A las 20.00 horas, lo revisa el médico del Centro Referencial y como no había camas lo trasladan al Centro de Salud de San Francisco. A las 3.00 horas del día siguiente (14-11-99), se complica la salud del paciente. A las 4.00 horas, le sobreviene un paro cardíaco, dejando de existir a las 5.30 horas.

CONTROVERSIA.- En este sonado caso, cuya denuncia penal por encubrimiento real no surtió sus efectos, así como hay quienes creen de buena fe en la inocencia de la ex-autoridad, existen líderes de opinión pública que consideran que la negligencia de los policías sometidos al poder de Montesinos permitió que el burgomaestre fujimorista soslaye el dosaje etílico, la revisión médico legista y la inmovilización de la camioneta, sustrayéndose así de la acción penal.

HUELGA DE HAMBRE

Frente al creciente caos institucional, con numerosos trabajadores ediles impagos y marcados indicios de corrupción, el 26 de abril de 2001 el pueblo se moviliza y pide la cabeza del alcalde Luis Dante Zubia Cortez, originando que éste firme un documento que literalmente decía: “Voy a solicitar licencia por tres meses, dejando el cargo al teniente alcalde”.

Posteriormente, el burgomaestre saldría a las emisoras radiales a desvirtuar el contenido del documento de su puño y letra, precisando que no lo cumpliría porque lo había firmado bajo presión de un grueso grupo de personas que irrumpió en su despacho.

Las provocadoras declaraciones periodísticas, originaron que las damas María Cristala Constantinides Rosado y Lourdes Huanca Atencio, materializaran una huelga de hambre de cuatro días (del 27 hasta el 30 de abril de aquel año).

Procurando hacer prevalecer sus derechos en los predios judiciales, Zubia Cortez las denunció penalmente a éstas y otras personalidades moqueguanas imputándoles una serie de delitos, pero todo terminó en el archivo y la reserva de fallo en un solo caso.

TRES REACCIONES

Tanto los directivos como los partidarios de MI UVA, sostienen que los hechos negativos quedaron atrás y que el Dante de ahora es distinto al Dante de 1999-2002. “Aunque robe, pero está preparado para hacer obras”, indicaron algunos seguidores.

Incluso, sus hinchas presumen que Zubia es el único político con autoridad suficiente como para dictar cátedra de Ética, Moral, Transparencia, Fidelidad Conyugal, Buenas Costumbres y Lucha Frontal contra la Corrupción.

En la otra orilla se ubican los que renunciaron a MI UVA y los ciudadanos que discrepan con la filosofía de los dantistas, afirmando que un político con dos condenas por peculado es un potencial peligro para la comuna de Mariscal Nieto. “Gallina que come huevo aunque le quemen el pico”, “Niño que nace barrigón aunque lo fajen de chiquito”, Árbol que crece torcido jamás su tronco endereza”, son las frases que alegan sin cesar.

Al margen de las dos corrientes anteriores está el otro sector de electores hechos y derechos que prefiere enclaustrarse en la indiferencia, sin emitir opinión alguna; es decir, sin idolatrarlo al protagonista, ni tampoco satanizarlo. (Unidad de Investigación).