martes, 17 de junio de 2008

La Prensa de Perú y la Huelga de Moquegua

Esta es una visión gráfica de como los diferentes diarios nacionales, han informado sobre la huelga que va 8 días en la región Moquegua:
El Comercio
Manifestantes liberan en Moquegua a policías que permanecieron retenidos más de 24 horas 16:41 Los 48 efectivos del orden fueron tomados como rehenes el lunes tras un violento enfrentamiento con manifestantes que bloquearon la Panamericana Sur

Tras permanecer secuestrados por más de 24 horas, los 47 policías que fueron retenidos el lunes por miles de manifestantes que bloquearon la Panamericana Sur, en el marco de un paro regional indefinido, fueron liberados el martes por la tarde.Como se sabe, los efectivos del orden permanecían retenidos desde anoche en la iglesia Santo Domingo en la ciudad de Moquegua a la espera de que fueran liberados.Entre los liberados se encuentra el jefe de la IX Dirección Territorial Policial, el general Alberto Jordán.

PEDIDO DEL CESE DE LA VIOLENCIA LLEGA DE TODOS LADOS Unos 60 policías siguen de rehenes en Moquegua General Jordán y agentes durmieron en una parroquia. Primer ministro volverá a reunirse hoy con autoridades

Los intentos de la Policía Nacional por controlar la situación en Moquegua, donde miles de manifestantes mantenían cerrada la Panamericana Sur a la altura del puente Montalvo, fueron en vano. La mañana de ayer se registró un enfrentamiento que dejó decenas de heridos en ambos bandos. Unos 60 policías, entre ellos el general Alberto Jordán, jefe de la Undécima Dirección Territorial Policial, fueron tomados como rehenes por los manifestantes. Diversas autoridades políticas, civiles y religiosas exhortaron a los huelguistas a deponer su medida de fuerza, pero no fueron escuchadas. El primer ministro, Jorge del Castillo, continuará hoy el diálogo con las autoridades de Moquegua. Los propios dirigentes del Frente de Defensa de Moquegua reconocieron que la situación escapó de su control.
PROTESTA POR LA REPARTICIÓN DEL CANON LLEGÓ A SU PUNTO MÁS ÁLGIDO Manifestantes doblegaron a policías y mantienen control de puente Montalvo Unos 60 agentes permanecen recluidos en iglesia de Moquegua. Al menos 40 guardias heridos fueron derivados a Arequipa y Tacna
Por Carlos Zanabria / Mario Cornejo / Ricardo León En las imágenes de televisión, tomadas por la mañana y cuando ya el enfrentamiento se había desencadenado, se veía al general Alberto Jordán, jefe de la Undécima Dirección Territorial Policial, ondeando una bandera blanca, sonriendo. Luego bromeaba con una señora de rasgos andinos, se quitaba el casco y se colocaba el sombrero de la mujer --siempre mostrando buen ánimo--, la abrazaba y posaba con ella. A su lado, un policía ondeaba un cartelón rojo con un mensaje escrito por los manifestantes: "Moquegua exije (sic) canon". Ante las cámaras, Jordán intentaba reflejar un clima de paz y entendimiento entre los huelguistas, que mantienen tomado el puente Montalvo, y las fuerzas del orden, enviadas para desalojarlos. Pero la situación era otra. El general y unos 60 policías fueron retenidos por la población y ahí permanecían hasta el cierre de esta edición. De hecho, algunos de los policías estaban heridos y tuvieron que pernoctar al interior de la iglesia Santo Domingo, vigilados por miles de manifestantes. 'ARRESTADOS'La crisis se desató a las 8:30 de la mañana. Los policías llegaron al puente Montalvo para intentar desalojar a quienes lo mantenían bloqueado desde el martes de la semana pasada, en tanto un helicóptero sobrevolaba la zona lanzando bombas lacrimógenas. Hubo algunos detenidos y parecía que los agentes del orden iban a controlar la situación. Sin embargo, en un determinado momento las bombas lacrimógenas se acabaron y la situación se invirtió: los más de 15 mil manifestantes, armados con piedras y palos, persiguieron a los policías en la carretera y en los terrenos aledaños. Fue una cacería. Más de 40 agentes resultaron heridos y fueron derivados a hospitales de Tacna y Arequipa. Algunos en helicóptero. Una vez retenidos, los agentes fueron recluidos en una carpa del Ministerio de Salud, instalada en la zona; ahí un grupo de mujeres formó una cadena humana para impedir que fueran agredidos, aunque no pudieron evitar que la turba les lanzara piedras y agua. Por la tarde, el general Jordán se comunicó con una radio (se entiende que obligado por sus captores) y resumió la dramática situación: "La situación acá ya no está controlada por la policía, hay que indicar (sic) a la policía que se repliegue un rato. Tengo siete heridos. Tengo problemas... Por favor, que la policía se retire. Estamos cumpliendo con el Estado de derecho, señores, pero ya no podemos". Atrás quedó su imagen sonriendo ante la cámara, abrazando a una pobladora de la zona y poniéndose su sombrero. Incluso el propio Frente de Defensa de Moquegua, que dirige la protesta, reconoció que la situación estaba fuera de control. "Yo he querido entrar (a dialogar), pero me han botado, ya me quieren linchar", declaró Wiral Huaricayo, uno de los dirigentes. SE DESATA EL VANDALISMOMás tarde, la crisis se trasladó a la provincia de Ilo, donde un grupo de vándalos derrumbó el cerco perimétrico de las oficinas de la empresa Southern Copper, en la zona de Patio Puerto. Ellos incendiaron un vehículo y dañaron otro. Según se informó, un menor de edad que intentaba derrumbar el muro sufrió severas heridas en una pierna al caerle un bloque de concreto. Además, un ómnibus de la empresa Angelitos Negros fue incendiado al intentar cruzar la carretera en el tramo que permanecía bloqueado. Ya los huelguistas habían destruido la unidad de peaje Montalvo (en el kilómetro 1.139 de la Panamericana Sur), incluyendo muebles y equipos de cómputo. Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, las pérdidas ascienden a S/.300.000, incluyendo los ocho días en los que no se ha cobrado peaje por estar bloqueada la vía. La situación era cada vez más crítica. Desde Lima, diversas autoridades (el presidente del Consejo de Ministros, el presidente del Congreso, parlamentarios, los presidentes regionales de Tacna y Moquegua, monseñor Luis Bambarén, entre muchos otros) intentaban calmar a los huelguistas. Pero lejos de retomar la calma, los dirigentes del Frente de Defensa de Moquegua (incluida la ex presidenta regional Cristala Constantinides, quien es su presidenta honoraria) se reunieron en un mitin, en el cual acordaron replegarse hasta las 6 a.m. de hoy para luego retomar el control del puente Montalvo. El mitin se llevó a cabo en las afueras de la iglesia Santo Domingo; dentro del templo, el general Jordán y sus hombres permanecían a la espera de que alguien más solucione el problema. EN PUNTOSGeneral fue obligado a disculparse4 El general PNP Alberto Jordán se disculpó en público con los pobladores, y dijo que sus subalternos no obedecieron sus órdenes de no disparar bombas lacrimógenas.4En un comunicado del Ministerio del Interior, emitido por la noche, no se especificó el número de agentes retenidos en la iglesia Santo Domingo.4Trascendió que un efectivo policial habría muerto, pero la información no pudo comprobarse. Se sabe que hay más de 40 policías heridos, al menos tres de ellos graves.4El director general de la Policía Nacional, general Octavio Salazar, se desplazó hacia la zona para evaluar la situación de los policías retenidos.
La República
Moquegua desbordó a la Policía Al cierre de esta edición, manifestantes mantenían cautivos a 67 policías en la catedral de Moquegua. Luz Vega y María Eugenia Salas. Moquegua.
La Policía Nacional no pudo cumplir ayer con la misión de despejar la Panamericana Sur en Moquegua, donde cerca de seis mil manifestantes mantienen tomada la carretera desde hace siete días, en el sector de Montalvo. Los huelguistas, que reclaman una nueva forma de distribución del canon minero, resistieron a los policías y, luego de dos horas de enfrentamientos, rebasaron a las fuerzas del orden, haciéndolas retroceder. El pelotón de fuerzas especiales de la Policía, que llegó al lugar desde Arequipa, Lima y Tacna, empezó el operativo a las 8.40 de la mañana. Efectivos de la Diroes (Dirección Nacional de Operaciones Especiales) dispararon las primeras bombas lacrimógenas, lo que desató una inmediata respuesta de los pobladores que contestaron lanzando piedras y atacando a los efectivos con palos. El poco espacio ganado por los policías fue perdido en cuestión de minutos, y los manifestantes tomaron nuevamente el puente Montalvo. Las fuerzas del orden no se dieron por vencidas y desde un helicóptero lanzaron bombas lacrimógenas en forma indiscriminada sobre la vía central y chacras aledañas. Mientras esto sucedía, la población enardecida cambió la actitud pasiva que mantuvo durante los siete días de paralización y atacó a las fuerzas del orden con todo lo que tenía a la mano. Incluso, incendiaron un ómnibus de la empresa de transportes "Angelitos Negros", que trasladó a los policías desde la ciudad de Tacna, hasta el sector de Calaluna. La comisaría y la garita de peaje del puente Montalvo también fueron destrozadas por la turba. GENERAL JORDÁN EN REHÉN Todo se complicó aún más cuando el jefe de la XI Dirección Territorial Policial, general PNP Alberto Jordán Brignole, fue tomado en rehén por un grupo de huelguistas junto con otros 67 efectivos policiales. Al verse doblegado, el jefe policial pidió disculpas a la población, ordenó a sus subalternos que se replegaran y que no dispararan más gases lacrimógenos. "Yo ordené que no se dispararan bombas lacrimógenas, pero no me hicieron caso. Ya hablé con mi general y este operativo se está suspendiendo. Señores, olvídense, hoy nos replegamos. Su problema lo van a resolver hoy", alcanzó a decir Jordán ante los medios. Sus palabras obligaron al resto de su personal a despejar la zona y a dejarlo en manos de los manifestantes. La retirada de los policías fue penosa. Sin alimentarse, afectados por la sed y el hambre, golpeados y cansados, los integrantes del pelotón de asalto regresaron a Moquegua como pudieron. Unos a pie y otros en viejos camiones. Mientras tanto, el general Alberto Jordán fue paseado por sus captores y conducido hasta la catedral de Moquegua en una caminata que duró cerca de cuatro horas. EXCESO DE CONFIANZA Fuentes consultadas por este diario consideran que la policía no tomó las previsiones debidas para evitar que los huelguistas los rebasaran. De hecho, los manifestantes ya sabían que en cualquier momento los policías llegarían a desalojarlos y se prepararon. Como se sabe, la protesta se inició el martes de la semana pasada, pero se agravó el último viernes cuando se rompió el diálogo con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). El sábado, el ministro del Interior, Luis Alva Castro, sobrevoló la ciudad con la finalidad de evaluar el terreno. Confiado en que sus hombres tendrían una victoria limpia, ordenó ayer despejar la vía. Pero Alva Castro tenía un motivo adicional para creer que los manifestantes depondrían su actitud. La noche del viernes, el propio general Jordán se reunió con representantes de la Iglesia Católica y varios actores sociales con el objetivo de coordinar acciones para que despejara la Carretera Panamericana. En esa cita, el general le dio un plazo de 48 horas a los líderes de la protesta social para que levantaran la huelga. El plazo de dos horas otorgado por las fuerzas policiales fue insuficiente. El domingo, los dirigentes pidieron una nueva ampliación hasta las 7 de la mañana de ayer. La policía accedió, pero la población no quiso dar su brazo a torcer y decidió no desalojar la vía Panamericana. A las 3.30 de la madrugada, tres mil personas llenaron el puente Montalvo. El ambiente de tensión era inocultable. Las campanas de la catedral resonaron para que los pobladores que se encontraban en la ciudad acudieran al sector de Montalvo. Poco después la policía hizo su ingreso a este lugar y se ubicó cerca de las garitas del peaje. Ambos bandos permanecieron en estado de alerta por casi cinco horas. La aparente calma se rompió cuando un helicóptero de la policía realizó un vuelo a muy poca altura y derribó varias carpas en las que se encontraban los manifestantes. Luego vinieron algunos insultos y se lanzaron piedras a la zona en la que se encontraba la policía. El caos que hemos descrito en párrafos anteriores había empezado. Al cierre de edición, los 67 policías seguían en situación de rehenes, entre ellos el general Jordán Brignole. Para dejarlos ir, la población exige que se libere a las personas que fueron detenidas durante el enfrentamiento. Nadie puede precisar exactamente de cuántas personas se trata y cuál es su ubicación. Por la noche, la lideresa de Unidad Nacional, Lourdes Flores, calificó de lamentable la actuación de la PNP. DATOS Heridos. La confrontación duró cuatro horas y dejó 42 personas heridas, de las cuales 25 pertenecen a la policía y dos son periodistas. Siete de los efectivos heridos fueron trasladados hasta el hospital de la PNP de Arequipa. En la zona. El director general de la PNP, Octavio Salazar Miranda, se desplazó al mediodía hasta la zona de conflicto. Ilo. Otro grupo de manifestantes derrumbó doce muros del patio-puerto de la empresa Southern (en el ingreso a Ilo) y quemó una camioneta de la minera. En ese acto resultó herido un joven.
Gobierno y las autoridades moqueguanas invocan al despeje de las vías de acceso Representantes de la región desmienten anuncios del Premier. Presidente García dice que conflicto es por asunto de riqueza.
El efecto del acuerdo entre el gobierno y las autoridades de Moquegua en Lima no tuvo los resultados esperados, pese al pedido de ambas partes a los pobladores para que liberen las vías. "Invocamos a la población moqueguana a desbloquear todas las vías de comunicación, para continuar con el diálogo, por la tranquilidad y la paz social de nuestros pueblos", decía el comunicado leído por el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, en conferencia de prensa. Fue tras la reunión de aproximadamente tres horas que sostuvo el jefe del gabinete ministerial con el presidente regional Jaime Rodríguez, alcaldes provinciales y congresistas moqueguanos en la sede de la PCM. En la cita también se acordó que la empresa minera Southern Perú llevará desde el próximo año la contabilidad, y por "cuentas separadas", del canon que se distribuye a la citada región y a Tacna. Al respecto, Jaime Rodríguez expresó que continuará el diálogo con el Ejecutivo para lograr el despeje total de las rutas. En ese avance a paso lento, el primer ministro anunció que los trece burgomaestres distritales y dos provinciales que acatan una huelga de hambre en el club departamental Moquegua de Lince, desde hace siete días, levantaron su drástica medida. Sin embargo, la declaración fue desmentida por el burgomaestre de Mariscal Nieto, Edmundo Coayla, quien incluso afirmó que no se había firmado un acta.
El porqué de la protesta civil La protesta de la población moqueguana tiene que ver con la interpretación que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) hace del Decreto Supremo 005-2002 que aprueba el reglamento de la Ley del Canon (Ley 27506) y precisa los criterios para la distribución de este fondo entre las regiones que acogen a una misma empresa minera. Como se sabe, la empresa Southern Copper tiene presencia en Tacna (Toquepala) y Moquegua (Cuajone). De acuerdo con el Colegio de Ingenieros de Moquegua, el MEM considera que para asignar el canon se debe tomar en cuenta el material extraído en una mina (incluidos tierra y material sin procesar), y no la producción final del metal (en este caso el cobre). Moquegua, desde luego, tiene una visión distinta. Para la población y sus autoridades la asignación del canon debe considerar cuántas toneladas de cobre se producen en las minas que tiene una empresa. Es decir, si Southern produjo 359 mil toneladas de cobre en el 2007, y de este volumen 189 mil toneladas corresponden a lo extraído de Cuajone (52% de todo lo producido por la minera), el canon debe distribuirse en la misma proporción. Si Moquegua obtuviera el 52% del canon que se obtiene por los ingresos de Southern, el gobierno debería otorgarle 468' 504,676 de soles. Sin embargo, actualmente se le asigna 188' 000 000 de soles.
Perú21

Oficial PNP pidió disculpas porque turba quería colgar a efectivos General Jordán, quien aún sigue de rehén, explicó que manifestantes de Moquegua tenían sogas y pretendían colgarlos en el puente Montalvo. El general PNP Alberto Jordán, quien permanece de rehén en Moquegua, reveló este martes que estuvo en peligro junto a decenas de sus subalternos porque la intención de sus captores inicialmente era colgarlos de un puente. "Sí, estuvimos en peligro, nos iban a colgar a todos, la gente tenía sogas", dijo el oficial a la emisora RPP desde el interior de la iglesia de Moquegua, donde está cautivo con otros 48 policías desde el lunes. El oficial dijo que esperaba que ocurra lo peor y que incluso, resignado, entregó sus objetos personales a una enfermera para que se los envíe a su esposa. Asimismo, relató que la actitud de varias enfermeras fue vital para que no ocurriera nada grave, pues ellas hicieron una cadena humana para que no suceda nada. Cabe recordar que los manifestantes interceptaron a los agentes en el interior de una carpa del Ministerio de Salud, a pocos metros del puente Montalvo, próxima a la Panamericana Sur, bloqueada desde hace ocho días. Jordán negó que se haya rendido ante los pobladores que los superaban ampliamente en número, pero dijo que les pidió disculpas por el uso de gases lacrimógenos en la víspera para disolver a huelguistas que bloquean la carretera Panamericana. Actualmente 48 policías se encuentran retenidos desde el lunes por los pobladores de Moquegua luego que doce de ellos fueron liberados al mediodía del martes por tener diversas lesiones. Los huelguistas reclaman un mejor reparto de las regalías de la minera Southern que opera en Moquegua. "Nos querían colgar y ellos me dijeron 'si pide disculpas al pueblo, no llevamos a los policías y lo llevamos a usted' y opté por eso" agregó el jefe de la 11 Dirección Regional Policial.

Del Castillo: no habrá negociación hasta la liberación de los policías Premier consideró "inadmisible" sostener cualquier tipo de diálogo mientras los efectivos del orden permanezcan secuestrados. Visiblemente molesto, el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, anunció que ya no representará al Gobierno en las negociaciones para poner fin al conflicto en Moquegua. Para Del Castillo Gálvez, la condición elemental para reanudar el diálogo es la liberación de los policías secuestrados en la Iglesia Santo Domingo. "Lamentablemente, los policías están privados de su libertad. Están detenidos ilegalmente. (Los huelguistas) han liberado a heridos, pero, como se entiende, el Gobierno no podrá llevar adelante una negociación. Por lo menos yo no me siento moralmente en capacidad de negociar a nombre del Estado teniendo una pistola en la sien", señaló el aprista. El primer ministro, además, saludó la mediación que ha realizado el monseñor Marco Cortés para la liberación de un grupo de 12 policías. "(Sin embargo) toda tratativa está supeditada a la liberación de las demás personas", agregó. Por su lado, el ministro del Interior, Luis Alva Castro, exigió a la población moqueguana que libere a los restantes policías que aún están retenidos. "Se ha dado un primer paso al liberar a estos 12 efectivos, pero hago la invocación para la liberación de todo el personal secuestrado. Este es un delito muy grave", señaló Alva Castro en Canal N. Además, el ministro aprista aseguró que la Policía no inició el ataque en la víspera, que a la postre provocó la retención de los policías, incluyendo al general PNP Alberto Jordán, jefe de la Región Sur, con sede en Arequipa.

Liberan a los 48 policías que permanecían cautivos en Moquegua El general PNP Alberto Jordán informó que viajará a Lima junto a una comisión de los manifestantes para dialogar con el presidente del Consejo de Ministros. Los 48 policías cautivos por los huelguistas de Moquegua fueron puestos en libertad la tarde, según lo confirmó el jefe de la 11 Dirección Regional Policial, general PNP Alberto Jordán, quien encabezaba el destacamento que pernoctó en la parroquia de la localidad. "Nos vamos en el avión para dialogar con el presidente del Consejo de Ministros. Nos han pedido que yo los acompañe y con gusto lo voy a hacer", declaró el oficial a Radio Programas. Momentos antes en Lima, los alcaldes locales y regionales de Moquegua habían solicitado que se libere a los agentes de la PNP y exhortaron a los manifestantes a mantener la tranquilidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos. "Lo importante es que vamos a salir a Lima, hay una reunión", manifestó el general Jordán poco antes de dejar el templo. El oficial, quien indicó que en la víspera ofreció disculpas al pueblo de Moquegua a fin de salvar la vida del personal que estuvo en la zona, aclaró que dicho acto no fue una rendición. Asimismo, destacó el papel jugado por la Defensoría del Pueblo y la Iglesia católica que "en todo momento ha estado con nosotros" para calmar los ánimos de la gente, y dijo desconocer sobre la posibilidad de que sea relevado del cargo por lo sucedido en Moquegua. Al mediodía unos doce policías, con diversas lesiones, habían sido puestos en libertad para ser atendidos en el hospital regional. El representante de la Defensoría del Pueblo aclaró que 48 policías formaban el último grupo de rehenes, incluyendo al general Jordán, señalando que dada la situación de emergencia hubo confusiones en el conteo de los cautivos.

La Primera

Parlamentarios exigen al gobierno mayor diálogo para solucionar problemas sociales. Otra vez la ineficiencia del ministro Alva Castro

Congresistas de diversas bancadas criticaron la incapacidad del gobierno del presidente García para solucionar los conflictos sociales antes que exploten, como ha sucedido con el levantamiento de Moquegua, que dejó decenas de heridos y hasta la captura de un general PNP y un contingente de policías como rehenes por parte de los manifestantes. Los legisladores solicitaron, una vez más, la renuncia del ministro del Interior, Luis Alva Castro, quien brilló por su ausencia durante la jornada de ayer, por la actuación provocadora de la Policía Nacional contra los manifestantes que exigen en Moquegua ­una mejor distribución del canon minero.Mientras esto sucedía, el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, se reunía con las autoridades de Moquegua y Tacna para encontrar una pronta solución al bloqueo de la Panamericana Sur en Moquegua y negó, asimismo, que se pretenda reducir el canon que recibe actualmente la región Tacna.Tras lamentar los hechos de violencia, el parlamentario José Maslucán responsabilizó de esta situación al ministro Alva Castro por enviar contingentes policiales a provocar a una masa enardecida, sobre todo cuando el premier Del Castillo mantenía una mesa de diálogo con las autoridades de Moquegua y Tacna en la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros. “Es una vergüenza tanta metida de pata de este ministro (Luis Alva), ya es hora que dé un paso al costado por incapaz, y lo hacemos responsable de lo que pueda ocurrir más adelante en el sur del país”, anotó Maslucán.A su turno, el congresista Daniel Abugattas dijo que el gobierno está quedando muy mal y “con esto queda demostrado la doble cara que presenta, llamando al diálogo a los dirigentes; mientras ordena represión violenta que genera mayor violencia. Esperemos que la sangre no llegue al río y se dé paso a la paz”.El legislador por Moquegua Washington Zeballos reflexionó que los acontecimientos en el sur se hubieran podido evitar con la pronta intervención de Alva Castro. “Pedimos al ministro del Interior que se suspendiera cualquier operativo porque entendemos que ésa no es la solución al problema. Pero igual la Policía inició temprano su incursión represiva”, declaró.En tanto, el presidente de la Célula Parlamentaria Aprista, Luis Negreiros, expresó su preocupación por el bloqueo de vías y hasta se atrevió a señalar la necesidad de que Alva Castro disponga las medidas pertinentes para resguardar el orden en esa parte del país.

DATO

¿Y dónde está Alva Castro?Se preguntó el congresista Oswaldo Luizar, vocero de la bancada de UPP, al notar la ausencia del ministro del Interior frente a los sucesos que ocurrían en el sur del país. “Qué extraño que el ministro Alva Castro no haya salido ni siquiera a dar un mensaje de prudencia a las fuerzas del orden. Lo más seguro es que están cuidando su imagen porque está en cuidados intensivos, a punto de la muerte política”, aseveró Luizar, quien además se atrevió a contrastar la fantasmal labor de Alva Castro ayer con su promocionado spot publicitario durante el desalojo del mercado de Santa Anita.

Buscan culpables de sus propios errores

Nílver López, presidente del Movimiento Nueva Izquierda ­(MNI), rechazó las declaraciones de Grover Pango, secretario de Descentralización de la Presidencia del Consejo de Ministros, respecto a que Patria Roja y el Partido Nacionalista están detrás de las movilizaciones registradas en Moquegua. “Patria Roja y el MNI no hemos organizado ninguna protesta social, y si es que hay militantes nuestros participando es porque se trata de una lucha cívica de la que forman parte como ciudadanos”, señaló López, tras apuntar que estas acusaciones se producen ante la inacción del gobierno, que ha fracasado en atender las demandas sociales y ahora intenta buscar responsables para justificar las injusticias. “El gobierno no puede manejar la situación en Moquegua, que es impulsada por todo el pueblo, tanto magisterio como obreros, estudiantes y padres de familia”, puntualizó el dirigente. A su vez, fuentes del Partido Nacionalista negaron haber organizado alguna protesta, aseguraron más bien que se han plegado al justo reclamo de la población una vez que éste ya estaba organizado: “Ya quisiéramos tener ese poder de convocatoria, pero es la misma población la que se ha organizado, por eso debemos negar estas acusaciones”. Grover Pango también dijo que detrás de las protestas en Moquegua está la ex presidenta de esa región, Cristala Constantinides.Marcelo Puelles Redacción

Dos alcaldes dijeron “no” al acta de PCM

No hay solución. Tras la reunión en la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) entre las principales autoridades y representantes de la región Moquegua, dos de los tres alcaldes provinciales de esta región se negaron a firmar el acta con los representantes del gobierno. Estas autoridades argumentaron que el tema de la distribución del canon minero de 2007 no ha sido solucionado. Edmundo Coayla, alcalde provincial de Mariscal Nieto, a su salida de la PCM, señaló a LA PRIMERA que “el problema de fondo, por el cual la población moqueguana se levantó en protesta, no fue abordado, no hay una respuesta contundente por parte del Ejecutivo”. Acta de reuniónAdemás de los alcaldes moqueguanos y el premier Del Castillo, participaron en la reunión el presidente regional de Moquegua, Jaime Rodríguez, los congresistas Hilda Guevara y Washington Zeballos, y representantes de los Ministerios de Vivienda y Economía. Estas autoridades acordaron invocar a la población a desbloquear las carreteras y proponer a la empresa Southern llevar contabilidad y cuentas separadas para Moquegua y Tacna.Protestas continuarán Zenón Cuevas, presidente del Frente de Defensa de los Intereses de Moquegua, recalcó que continuarán con sus medidas de lucha y no levantarán el paro regional hasta que el gobierno acepte aumentar el monto del canon minero que le corresponde a este departamento. Hasta el cierre de esta edición, los policías retenidos, más de 30, permanecían en la iglesia Santa Catalina, en la ciudad de Moquegua, aunque algunos fueron liberados por su mal estado de salud.

Wilder Mayo MéndezRedacción

Los conflictos derivan de contratos mineros

Moquegua versus Tacna; Federación Minera contra Ancash; ¿cuántos otros casos como estos se nos vienen para los meses siguientes?; ¿quién es responsable que nos estemos matando por la pequeña parte de los ingresos de la minería que quedan en el país?¿Se trata de asuntos aislados?, ¿nos estamos volviendo locos?, ¿de dónde viene esta especie de guerra civil por el “chorreo” minero? Aclaremos una cuestión de inicio. Los mineros tienen razón en exigir que no haya topes como no los hay para los inversionistas, y la Federación, también, en levantar la bandera de incorporar plenamente a los beneficios a los trabajadores de los sistemas especializados o tercerizados. Pero también tiene razón Áncash y otras regiones en que no hay derecho en mermar sus presupuestos de obras que generan trabajo y aumentan las comunicaciones y la actividad económica, si el mineral es de la región. Tiene razón Moquegua en airarse por la exigua parte que recibe de las ganancias de la Southern (las más altas de la actividad minera), pero eso no quiere decir que haya que afectar a Tacna en sus legítimas expectativas. Estamos en aparentes callejones sin salidas, con oponentes que tienen cada uno su propia razón y estamos a la vez amarrados a un reparto de la renta minera en la que todos nos peleamos sobre un porcentaje mínimo (Impuesto a la renta, del que sale el canon, más participación de los trabajadores), de los 5 mil millones de dólares que representan la utilidad neta de este negocio, donde las empresas líderes precisamente son Southern (Tacna, Moquegua) y Antamina (Áncash). Es verdad que para algunas regiones y sectores, ha habido un fuerte incremento de ingresos respecto a lo que se tenía antes, pero eso está creando problemas con los que reciben menos, o no tienen beneficios.Es un creciente desbarajuste del modelo de crecimiento basado en la actividad extractiva, ante el cual el gobierno de García sólo atina a culpar a los humalistas de todos los problemas: la ley de eliminación de topes no se aprobó por la falta de los votos nacionalistas, y Áncash debe quejarse ante Ollanta por respaldar el derecho de los trabajadores mineros. Moquegua está movida por seguidores de Humala, y si Tacna se mantiene firme es porque su presidente regional es amigo del Partido Nacionalista. Así el gobierno gambetea con el tema de fondo y evita incorporar en la solución a las grandes empresas que guardan silencio para no comprometer una parte mayor de sus utilidades en la solución de los conflictos, que sería la única manera de resolver las tensiones sin recurrir a la fuerza.

Raúl WienerRedacción

La cuestión constitucionalY ahí es donde las tensiones actuales se conectan con lo que los periodistas superficiales han definido como la última malacrianza del Congreso: hacer notar al país que el APRA es un obstáculo para la introducción de modificaciones sustanciales al régimen económico establecido por la constitución del 93. Es decir el partido de gobierno se opone a utilizar el derecho democrático de revisar las normas del período de la dictadura para mantener su alianza con las trasnacionales mineras y de otros sectores. Son ellos así los que crean el superpoder de las empresas que se juzgan intocables y los que impiden alcanzar una solución a las demandas laborales, regionales y sociales en torno al reparto de las ganancias extraordinarias de estos años.

Yehude debe mediar ante la crisis en el sur

El presidente de la región Junín, Vladimir Huaroc, lamentó que el coordinador de la Asamblea de Gobiernos Regionales, Yehude Simon, no haya convocado al Consejo Directivo de dicho organismo para buscar una solución a las crisis que viven dos regiones del sur, Tacna y Moquegua, por causa del canon minero.“Me hubiera gustado que nuestro coordinador (el también presidente regional de Lambayeque, Yehude Simon) tome la iniciativa, porque tiene las facultades y las prerrogativas para ser mediador en esta delicada situación y evitar que un acto similar, entre dos regiones, se repita en un futuro”, precisó. Es más, Huaroc advirtió que “estamos acercándonos peligrosamente a una ola de violencia que se hubiera evitado si se realizaba una mesa de diálogo abierta”, dijo en relación a la reunión que sostuvo el Premier Jorge del Castillo con los presidentes regionales de Tacna, Hugo Ordóñez, y Jaime Rodríguez, de Moquegua.Rómulo TriveñoPor su parte, el presidente regional de Ica, Rómulo Triveño, indicó que hizo falta un diálogo previo y con mucha anticipación para evitar estos sucesos que ahora se lamentan. “El gobierno no tiene hombres para dialogar y el Apra espera el problema para luego reaccionar”, dijo criticando también la actitud policial de repeler a los pobladores que bloqueaban el Puente Montalvo y la carretera mientras se realizaba el diálogo entre los presidentes regionales con el Ejecutivo en Lima. Además, expresó Triveño, el pueblo se siente frustrado porque no es escuchado por el gobierno que radica en la capital y es por eso que reaccionan de esa manera, de impotencia.

Lina GodoyRedacción

César Lévano

cesar.levano@diariolaprimeraperu.com

Justicia para Moquegua En el momento en que esto escribimos, Moquegua sigue en pie de lucha. La violencia que ésta ha adquirido se debe exclusivamente a la imprevisión, la arbitrariedad y el terco ­afán represivo del gobierno.Uno de los elementos de la persistencia de la protesta obedece a una táctica repetida del régimen: primero, mientras reclamas pacíficamente, no te hago caso; después, cuando, llevado por la impaciencia, empleas el paro y la acción colectiva, me niego a negociar mientras no depongas tus medidas.Entre tanto, envío tropas represivas, arrojo gases lacrimógenos contra la muchedumbre y provoco la reacción popular. Por supuesto, Alan García ­amenizó previamente la situación con el comentario de que la protesta era obra “de una pequeña minoría que no respeta la ley”. Para enfrentar a la “pequeña minoría” envió un general y un fuerte contingente de represores, con helicópteros y todo.La “minoría” hasta capturó al general PNP Alberto Jordán Brignole, jefe de la Undécima Dirección de la Región Policial Sur, y a decenas de policías.En este aspecto, invocamos la mayor serenidad del pueblo moqueguano. Cualquier exceso contra los secuestrados podría generar una represión a gran escala, que es lo que buscan los sectores fascistas que rodean a García. Conviene, además, que ejerzan vigilancia frente a la posibilidad de que actúen provocadores, enviados por el oficialismo disfrazados de radicales.Décadas atrás, cuando el pueblo cusqueño se enfrentó a la represión, derrotó a la soldadesca y hasta capturó al jefe de la región militar, revolucionarios bien templados –ante todo Emiliano Huamantica– evitaron que se matara al general, lo cual hubiera provocado una masacre incalculable.Jorge del Castillo dice ahora que puede dialogar, pero si cesan las acciones que el gobierno ha provocado.La protesta de Moquegua es masiva y mayoritaria. Es, además, razonable. Considera que es injusto que este año se le adjudiquen sólo 189 millones de nuevos soles por concepto de canon minero, a pesar de que la producción de Cuajone, que está en su ­área, es superior a la de Toquepala, que corresponde a Tacna.El problema es el reglamento de la ley 27506 que sujeta el monto del canon a la cantidad de tierra removida, no, como sería justo, al volumen de mineral extraído.Esto requiere una modificación del Congreso, que tome en cuenta también los intereses de Tacna. En el contexto aparece la ausencia de una política minera. Lo que hay es legislación incompetente, cuyo filo se dirige a favorecer a las grandes mineras. Un impuesto a las sobreganancias podría permitir beneficios más altos para las regiones involucradas.Al gobierno corresponde ­abrir diálogo inmediato con Moquegua, concretar propuestas compensatorias y no plantear, como cuestión previa, la cesación de la lucha moqueguana.

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Turba secuestra a general

Integrantes del Frente de Defensa de Moquegua en huelga desde hace una semana en demanda de la mejor distribución del canon minero para su región, tomaron de rehenes al general PNP Alberto Jordán Brignole y 70 policías más, que se habían movilizado por cientos a desbloquear la Panamaericana Sur, en la zona de Altillo. Los custodios del orden fueron encerrados en la iglesia Santo Domingo, cerca a la plaza principal de Moquegua, y estuvieron rodeados de miles de personas que vigilaban las tres salidas del recinto religioso. En las primeras horas del día, la turba arrojó piedras a la Policía, que repelió el ataque con bombas lacrimógenas. De otro lado, representantes de la Defensoría del Pueblo llegaron al lugar. Finalmente, hasta el cierre de esta edición, se buscaba un salida a la crisis y firma de un acta de compromiso entre las partes, pero sin resultados, pues la tensión seguía reinando en la zona, pese a la reunión entre el gobierno y autoridades de la región. Jefe poli pidió disculpas El general PNP Alberto Jordán pidió disculpas a la población moqueguana por el accionar de la Policía. Inicialmente Jordán y su contingente fueron conducidos a la Plaza de Armas de esta ciudad, donde el jefe policial ordenó que sus hombres se replieguen. "Le pido disculpas al pueblo de Moquegua, he ordenado y he hablado con mi general para que retiren a los agentes’’, expresó Jordán

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