Gracias a nuestros miles de ciberlectores que nos escriben y se comunican con el Moqueguano, podemos ir compartiendo los secretos que guarda Moquegua para el Mundo, en esta oportunidad el Prof. Luis Alvarez, se convierte en un corresponsal de "Moquegua Notimágenes" y nos hace llegar la siguiente nota desde Ichuña.

En las paredes de las cuevas los hombres del arcaico dejaron las huellas e impresiones de su quehacer diario. Ya sea porque fue parte de un rito ancestral o porque simplemente quisieron expresar un hecho importante en sus vidas, las pinturas rupestres son, que duda cabe, uno de los principales registros que el hombre andino ha dejado y que después de miles de años se conservan intactas. Calazaya, un pueblito enclavado a 4700 m.s.n.m. en el distrito de Ichuña, región Moquegua, no es la excepción, se puede deducir que este lugar fue una zona de caza, debido a que aún se siguen encontrando las herramientas de las que se valieron en aquel entonces sus antiguos pobladores para realizar esta faena (puntas de flecha y de lanza), asimismo una especie de cobertizo natural donde alguna vez se guarecieron del frío y de la noche. Este ha sido el lugar propicio para registrar diversas situaciones, sin embargo las inclemencias del clima y sobre todo el descuido han ido deteriorando las mismas. Esperemos pues, se haga una evaluación y puesta en valor de tan antiquísima evidencia de nuestra cultura local.