Última lista del año, prometido. El matiz sería: diez cosas que no debeíamos olvidar de 2009. ¿Borrón y cuenta nueva? No. Miremos, recordemos, pensemes, actuemos. Somos los únicos que tropezamos dos veces en la misma piedra, de acuerdo. Pero esperemos que no sean tres ni cuatro. Con todos ustedes, 2009, el que en el que vivimos peligrosamente perdidos. Feliz 2010.

1) Twitter. Quién iba a pensar que esta red social de microblogging iba a protagonizar en junio la revolución del movimiento verde en Irán, tras unas elecciones oscuras y manipuladas. 140 caracteres para enviar información, servidores proxy, fotos y denuncias. Twitter provocó incluso el escándalo del Twittergate que casi obligó a dimitir al viceministro indio de Exteriores, Shashi Tharoor. ¿El secreto? Realmente, que pesen lo mismo los 140 caracteres de Esperanza Aguirre (presidente de la Comunidad de Madrid) y, pongamos, Hontza, que critica la corrupción del partido, es algo maravillosamente democrático y horizontal.

2) Brasil superpotencia. Las Olimpiadas de 2016 se fueron para Río de Janeiro. Brasil, con chorros de petróleo, economía saneada y la creación de 1,4 millones de empleos en el año de la crisis va a comerse, por fin, el mundo. Dejó de ser “el país del futuro” que anunciaba Stefan Zwelig a principios del siglo XX, para ser el país del momento. El País Semanal le dedicó una portada (con texto de Zapatero) como personalidad del año. El Le Monde francés hizo lo propio. El Financial Times de Londres fue más allá: Lula está entre los 50 personajes más influyentes de la década.

3) La gripe porcina, perdón, gripe A. La primera pandemia del siglo XXI, la gripe H1N1, nos ha dejado más de 10.000 muertos en 208. Casualmente, yo estaba en México. Así conté, en La Vanguardia, el humor mexicano y su Cumbia de la Influenza, y el Internet D.F de calles desiertas en el que se convirtió la capital mexicana. Muchos, han criticado en 2009 el negocio fantástico que esta gripe más inofensiva que la común ha supuesto para los laboratorios. Me quedo con la frase de la cumbia: Todos estaremos muertos cuando llegue Indiana Jones.

4) Crisis al cubo en España. España se estrelló contra el muro de ladrillo de su modelo de crecimiento. Burbuja inmobiliaria desplomada, un 40% de familias endeudadas, cuatro millones de parados, bancos sin crédito, economía paralizada, una capital sembrada de viviendas vacías. Una especuladora ley del suelo promulgada por el gobienro Aznar, continuada con Zapatero, masacró el país. ¿Burbuja, qué Burbuja?, decían todos. En España, el año de la crisis concluyó con las grandes fortunas ganando un 24% más, con los trabajadores pagando más tasas que los empresarios y con nuevos impuestos para clases medias.

5) Vacío ideológico post crisis. El 2008 acabó lleno de esperanza para los críticos del capitalismo. Confiábamos en la correción del modelo, en la revisión del mismo. Pero 2009 fue un bluff: nunca se habló tanto y se hizo tan poco. Se habló tímidamente de la Felicidad Interna Bruta como alternativa al Producto Interior Bruto. Hasta Nicolás Sarkozy, presidente francés, habló de incluir otras variables para medir el desarrollo. Pero el decrecimiento de Serge Lattouf continuó siendo considerada cosas de hippies, por mucho que el barrio londionense de Brixton lanzase su moneda paralela y muy a pesar de la liga de Transition Towns en decrecimiento.

6) El año de los piratas. El secuestro de barco vasco Alakrana puso en el ojo del huracán a Somalia. Hasta entonces, nadie reparaba en un país arruinado donde la CIA armó a los barones de la guerra y las potencias extranjeras esquilman el pescado. Por primera vez, con muchos barcos en estampida o secuestrados, los pescadores locales vuelven a tener pesca.

7) Fracaso estrepitoso de la cumbre del clima. La cumbre de Copenhague se convirtió en un absoluto fracaso. Una impresentable China, un egoista Estados Unidos y una Unión Europea tibia propiciaron la cumbre del desencanto. Apenas los países del Alba, liderados, Bolivia, Venezuela y Cuba, se opusieron al acuerdo de mínimos que puede liquidar el planeta.

8) Ley del aborto. España, por fin, aprobó una ley del aborto mucho más acorde con el siglo XXI que con el XVI donde navega la iglesia católica española. Se rebaja la edad a los 16 años. Aborto libre hasta la semana 14º. Hasta la 22º cuando haya riesgos para la salud.

9) Golpe de Estado en Honduras. Real (Banana) Politik titulé una entrada de este blog donde analizaba algunas de las causas del golpe. Impresentable que en el siglo XXI un golpe de estado en toda regla haya sido ignorado, e incluso bendecido, por la comunidad internacional. El prestigio de Lula, que acogió al presidente Zelaya en su embajada, subió. El de Obama, en América Latina, bajó hasta límites insospechados. Interesante la relación del Opus Dei con los golpistas.

10) El desplome de la prensa de papel. La crisis de anunciantes dejó al desnudo el modelo de los grandes diarios del mundo centrado en el papel. Bajaron las ventas en España, Inglaterra y Estados Unidos, pero crecieron los lectores on line. La mayoría de diarios viven de espaldas al cambio, hacen diarios viejos, el periódico de ayer. Algunos, como el NRC Next holandés, creció en ventas gracias a su fórmula: periodismo interpretativo, de apuestas, de agenda propia, de dar un paso más. El periodismo multiplataforma (soporte papel, soporte web y soporte móviles) gobernará el futuro. Pero de momento no existe un modelo viable. De hecho, la imprescindible soitu.es cerró sus ventanas en 2009. En España nacieron La Información (interesantes gráficos multimedia) y Factual (cobro por subscripción). En Italia, llegó Il Fato Quotidiano, con un sistema curioso de subscripción por PDFs. 2009 fue, eso sí, el año de los blogs (o webs) que se imprimen, como Politico en Washington o Il Vendredi en Francia, un curioso blog que reúne lo mejor de Internet e imprime una vez por semana.

Fuente: http://alfacentauro.info/2009/12/31/10-cosas-que-nos-dejo-2009/